UNA CAMPESINA ESCOGIDA POR DIOS :
COOPERADORA SALESIANA
ALEJANDRINA MARÍA DA COSTA

Yolanda Astrid Avilés Casas
Cooperadora Salesiana

“La santificación es un don y un desafío, de ahí, el indispensable recurso a la mortificación, o sea a la muerte de todo lo que cierra nuestro ser al don; todo cuanto en nosotros pone a Dios en un segundo puesto, no merece cuidado ni atención”. Esta exhortación de nuestro Rector Mayor invitándonos a ser santos, la cumplió cabalmente y en todo momento de su vida la Venerable Alejandrina María da Costa.

Alejandrina aceptó con alegría la vida que le tocó vivir, una vida de sacrificio, de dolor, pero llena de mucho amor: amor a Jesús Sacramentado, amor a su hermosísima Madre, nuestra Auxiliadora, amor por los pecadores. La mortificación fue una constante en su vida, su pensamiento estaba lleno de acompañar a Jesús en sus Sagrarios y sacrificarse por el perdón de Dios para los pecadores, en todo momento invocaba a su Madre Santísima, para que fuera Ella la que transmitiera todos sus pedidos a su Jesús.

Alejandrina encuentra el consuelo y apoyo de su vida mártir en su Director espiritual, Padre Humberto Pasquale, un Salesiano que comprende el tesoro espiritual que se encierra en ella y la inscribe en la Asociación de Cooperadores Salesianos, llenando la vida de Alejandrina de amor, paz y apoyo irrestricto en los Salesianos, a los que les dedica tiernos pensamientos y les pide ayuda para atender a las peticiones de los pobres que tienen en ella un apoyo y una madre que los protege.

El diploma de Cooperadora, dado a Alejandrina el año de 1944 y que ella quiso colocar en un lugar donde estuviera siempre bajo su mirada, le fue dado con el fin de que pudiera gozar de todas las indulgencias y con su dolor y su oración colaborara, unida a los Salesianos, en la salvación de las almas, sobre todo de los jóvenes y para que rezara y sufriera por la santificación de los Cooperadores de todo el mundo.

Cuando el Padre Humberto regresó a Italia, los Salesianos siguieron atendiendo a su Cooperadora, el P. Ettore Calovi cuidó de Alejandrina y se encargó de su Diario, copiando a máquina más de 4000 páginas, que se han convertido en un tesoro para la Iglesia y que permitió que el P. Humberto siguiera atendiendo a Alejandrina a través de la distancia y que escribiera libros teológicos y místicos sobre ella y su biografía más completa.

Alejandrina llega al Cielo el 13 de octubre de 1955 y en 1965 el Tribunal diocesano de Braga, a través de su Arzobispo, invitan al P. Pasquale y al P. Calovi a ocuparse de la Causa de Alejandrina hacia los altares, el 14 de enero de 1967 se abre el Proceso Informativo diocesano, en estos momentos se ha aceptado un milagro que la lleva a la beatificación, siendo su vice-postulador el P. Ettore Calovi.

Los Salesianos llegan a Portugal en 1894, constituyéndose en Provincia Portuguesa de la Sociedad Salesiana en 1899. Desde su llegada a tierras lusitanas, los Salesianos desarrollan un trabajo educativo y pastoral “único” entre los jóvenes pobres y desamparados y por el pueblo, un pueblo bueno y cristiano, castigado en varias épocas por gobiernos ateos y totalitarios.

Las vocaciones portuguesas comienzan muy pronto a emerger, jóvenes que junto a sus maestros salesianos le dan su “Sí” a nuestra Auxiliadora para trabajar por los jóvenes con el Carisma de San Juan Bosco, tanto en su patria como en las misiones, como ejemplo, las tres vocaciones de jóvenes de Fátima: P. José Rosa, director de la casa Salesiana de Évora, su hermano P. Julio Rosa, misionero en Mozambique, sobrinos de los beatos Jacinta y Francisco y el sobrino de la Hermana Lucía, P. José dos Santos Valinho, Rector del Santuario Nacional de María Auxiliadora.

La Familia Salesiana en Portugal es fuerte y rica en valores, se destacan sus bienhechores, como Doña Emilia Furtado de Bourbon y Doña María de Mello Osorio que ayudaron a la casa de Mogofores, fundada en 1938 con el nombre de Instituto San Juan Bosco, habiendo sido aspirantado y noviciado y se encuentra allí también el Santuario Nacional de María Auxiliadora.

La Asociación de Cooperadores Salesianos tiene unos terciarios salesianos dinámicos y con una fuerte espiritualidad y apostolado, pudiendo vanagloriarse de trabajar incansables por el Carisma Salesiano igual que su Alejandrina.

Quiero destacar el trabajo de los Salesianos por la Buena Prensa, imitando a Don Bosco tienen una Editorial fuerte y dinámica, que empezó el P. Pasquale en Mogofores y después en Porto de una forma providencial, cuenta con publicaciones de carácter religioso, catequista y didáctico, de animación y pastoral juvenil y del sector audiovisual unida a la librería de Doctrina Cristiana (LDC) de Italia y el Centro de Catequesis Salesiano español (CCS)

Los invito a leer los libros del Padre Humberto sobre Alejandrina, ya se encuentran en español en Internet, son un tesoro salesiano de enseñanza teológica y mística, en ellos pueden beber el cáliz de sufrimiento, de amor a Dios, a Jesús Sacramentado en sus Sagrarios, de entrega absoluta a María Santísima que tuvo Alejandrina, sobre todo, pueden aprender a decirle “Sí” a la invitación que nos hace Jesús que, por intermedio de Alejandrina, le dice: “Busca almas que quieran entregarse a mí, como tú lo haces”.

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